Del “que te vote Txapote” al “no pasarán”
- Escrito por Odón Elorza
- Publicado en Blog
La sociedad española sufre el riesgo de una ruptura de la convivencia democrática. Así lo percibí desde casa y frente al televisor cuando oí el grito “que te vote Txapote” lanzado por la militancia ayusista del PP bajo el púlpito de Génova en la noche electoral. Después, siguiendo en el túnel del tiempo, escuché el grito “no pasarán” por parte de la militancia del PSOE ante la sede de Ferraz.
La campaña electoral, sucia y mentirosa, ha sido un reflejo de estos cinco años de tensiones y polarización. Los resultados del 23J nos dejan una sociedad dividida, con ausencia de diálogo político transversal y contaminada por un discurso extendido de odio. No soy equidistante y considero que el PP y VOX son los principales creadores de este escenario y responsables de la crisis de Estado.
España tiene pendientes reformas claves y medidas estructurales que exigen formalizar Pactos de Estado. Y la pregunta obligada para la izquierda desde una posición autocrítica es: ¿adónde nos lleva este escenario político de confrontación que oculta la necesidad de diálogo y acuerdos para afrontar con garantías los retos propios y los desafíos globales que afectan a todo el planeta? Necesitamos abrir ya un tiempo para la distensión, como paso previo y aunque la derecha no contribuya.
No resultará tarea fácil. Pero no intentarlo sería una grave irresponsabilidad. Los grandes desafíos globales del siglo XXI, como son la lucha por la inclusión, la transición ecológica o la revolución tecnológica y sus efectos, así como las migraciones, requieren grandes acuerdos. Y no se avanzará desde una actitud sectaria sino dignificando la acción política en democracia.
El PP ha ganado las elecciones aunque se quedó lejos de las expectativas fabricadas en sus encuestas. Conviene diferenciar entre el deseo y la compleja realidad de una fragmentación electoral que representa a la España plural de la diversidad. Se trata de racionalizar las expectativas de gobernar basadas en frías y ajustadas matemáticas de la composición del nuevo Congreso, sin olvidar la incidencia de un “Senado azul”.
En el terreno de las cábalas, Feijóo ha de presentarse a la investidura como ganador el 23J. Es su oportunidad y debiera activar la liturgia de la democracia y el debate parlamentario. No puede hacer otra espantada, como la del debate a cuatro en TVE. Nos habla de bloqueo olvidando que han estado cinco años tratando de bloquear la acción de gobierno. Clama por el respeto a la lista más votada cuando no la respeta en CCAA y Ayuntamientos.
Si Feijóo no se presenta o fracasa, Pedro Sánchez ha de intentarlo. Si Junts y otros partidos independentistas moderan sus condiciones, habrá Gobierno de progreso, muy complejo pero “experimentado” y -ojalá- más dialogante y prudente. Si mantienen un precio inconstitucional se rompe la negociación y Sanchez ganará credibilidad de cara a una segunda vuelta electoral en diciembre. Porque es muy posible que los malos resultados de ERC y JUNTS -en pelea entre ellos y con las elecciones catalanas próximas- les lleven a la tentación de desestabilizar el proceso de investidura por no importarles ni convenirles la gobernabilidad y estabilidad de España. Incluida la de Cataluña.
Ojalá puedan encontrar ambas partes un acuerdo equilibrado y constitucional que permitiera sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez. Y hacerla tras un fracaso de Feijóo. Aunque parece muy difícil garantizar la lealtad y la gobernabilidad con los partidos nacionalistas, hay medidas y decisiones que pueden ser objeto de negociación y que sirvan para reforzar el progreso del país y el autogobierno de Cataluña y Euskadi sin poner en cuestión la unidad del Estado.
De aquí a diciembre van a ocurrir hechos importantes que incidirán en nuestra situación socio-económica y en el ánimo colectivo de la ciudadanía. Me refiero tanto a variables de dimensión interna como a decisiones y acontecimientos de ámbito internacional. Hay cosas -como diría M. Rajoy- que se escapan a la voluntad del gobierno, otras no.
Por ejemplo: ¿Cómo evolucionarán los datos de la inflación y del empleo? ¿En qué situación estará la guerra en Ucrania con las bombas de racimo y la exportación de cereales? ¿Hasta dónde llegará la pérdida de crédito de Feijóo? ¿Qué incidencia tendría un cambio de estrategia por parte de Pedro Sanchez? ¿Cómo de reforzado saldría Sánchez de un fallido proceso de investidura tras romper una negociación imposible con Junts, entre otros? ¿Planteará Sánchez Pactos de Estado de cara a la próxima campaña? ¿Qué ocurrirá en las instituciones en las que gobierna el PP con VOX? ¿Aparecerá alguna “letra pequeña” para la recepción de más Fondos Europeos?
Los analistas y tertulianos dirán lo que consideren. A mi me parece muy difícil prejuzgar los resultados o vaticinar qué sucedería en una repetición de las elecciones. Tras una dulce derrota, la situación exige que el Gobierno en funciones no se precipite en estos meses y actúe con prudencia. Ha de recordar que las campañas no se ganan con un debate y en una semana y que dispondría de cuatro largos meses. Del PP no espero nada que no sea una mayor radicalización trumpista y una crisis interna.
Interesa al Gobierno complementar su relato con una estrategia que apueste decididamente por cuidar, en extremo, las formas democráticas y emplear un tono nada crispado. Lo digo, también, pensando en la repetición de las elecciones. Algo que veo inevitable. Ahora, más que nunca, España requiere un Presidente -en funciones- que gestione un tiempo para la distensión con calma, diálogo y humildad. Un Presidente que desde su papel institucional, en un tIempo de tantas incertidumbres, proyecte confianza ante la ciudadanía y la UE.
Saldrían reforzados Pedro Sánchez y la Democracia.
Odón Elorza / Ex Diputado del PSOE y miembro del Comité Federal.
San Sebastián 31 de julio de 2023 / Publicado en InfoLibre.es